Desde el PSC Maresme, nos congratulamos por la liberación de los peajes en las cuatro autopistas catalanas: el tramo norte de la AP-7 (de Vila-seca a La Jonquera); la AP-2, de Zaragoza en el Penedès; la C-32 en el Maresme y la C-33 entre Barcelona y Montmeló. Después de que el Gobierno de España no prorrogara las concesiones de sus autopistas.

Este hecho, tal y como ha expresado el diputado socialista, Jordi Terrades, convierte al actual Gobierno de España en el primero de la democracia que no prorroga las concesiones, cumpliendo así con el compromiso de recuperarlas y levantar peajes. Los únicos peajes que quedarán en Cataluña son los concesionados por la Generalitat.

Con este levantamiento de peajes en la C-32, tenemos la oportunidad de tomar el camino hacia un nuevo modelo de transporte, y poder reestructurar la movilidad en el Maresme pacificando la N-II, para hacerla una vía más urbana y amable , un proyecto que hace muchos años que se lleva reclamando.

Ahora bien, lamentablemente, la falta de previsión por parte de la Generalitat para desarrollar los proyectos de construcción de seis entradas nuevas en la C-32 que se realizarán en Alella, Teià, Premià de Mar, Cabrils, Canet y Calella; se está hablando de entre 2022 y 2026 para desarrollar los estudios, proyectos y obras que harán posible este cambio de modelo, imprevisión que provocará que la comarca pase por una situación transitoria bastante mala en cuanto a accesos a autopista y afecciones a los municipios. 

Sin embargo, los socialistas confiamos en que la mejora de la accesibilidad en la autopista, la integración urbana de la carretera NII en el Baix Maresme y su pacificación en el Alt Maresme, se hagan factibles lo antes posible para no generar problemas significativos de tráfico en la comarca. Como también confiamos en poder estudiar nuevos modelos de gestión de mantenimiento de las autopistas, que deben ser consensuados y homogéneos a nivel de España.